Capitulación carnal del poeta - Carlos Gabriel Montes

CAPITULACIÓN CARNAL DEL POETA

Nada decimos, es el poema que habla por nosotros.

ALFREDO HERRERA FLORES

Amada
Hoy que me antepongo a la palabra final de la muerte
Hagamos el amor como manda el secreto develado de nuestros sexos
Nadie sabe de nosotros, nadie que no se haya cortado con una estrella
Es preciso regar con lágrimas una flor
Para entender nuestras devociones de noches largas y horas cortas.
Grácil cual mirada de ángel que se sabe tentado
Tu cuerpo se introduce en el cielo
Derramas tu gracia sobre mi instinto de pájaro
Dejas pasar tu respiración por las grietas de mi aire
Eres como poesía para llevar bajo los labios
Como la tímida estatua que cierra los ojos frente a un espejo
Como el peso unánime de los besos robados
Nadie conoce como mi pecho la cadencia de tu aliento
La coordenada precisa en que nacen tus orgasmos
Tu equilibrio cuando duermes a orillas de ti misma
Tu egoísmo al placer
Amadora famélica
Benditas tus ansias de pasión
Lujuria
Furia
Bruñe tu rostro como quien embotella semillas de estrella.
Rezos encallecidos de otros como nosotros
Massin la suerte misma
Se abigarran en la vertiente monocorde de la noche
En alguna parte silente
El fantasma del amante decapitado en la orilla de un río bebe
Una parte de nosotros resta horas a la noche
Una parte de nosotros resta ángeles a Dios.
Las ciudades maduran bajo la verde luna
Se llenan de panes los sueños, de panes los sueños son.
Exclamaciones de sirenas desvirgadas se izan desde el bosque de aguas
Los vientos galopan a dar alcance a la aurora
A su paso hieren ciertas nubes noctívagas, lloran, lloran, llueve
Las ciudades se rocían de plumas anónimas
Todo pasa en este siglo deleznable, nada nos importa.
Amada, he resignado mi segunda resurrección
Sólo para inmolar mi unidad en el madero de tu sexo
La muerte no sabe de relojes, ni pasiones en su altor y hondura
Nadie sabe en qué momento desasirá su aliento metálico sobre nuestro
N-O-M-B-R-E
Toma mi carne en su genuflexión absoluta
Mientras se distrae con esa estrella que se incendia
Mientras Dios duerme de espaldas a nosotros.

Carlos Gabriel Montes
(Cusco)

CARLOS GABRIEL MONTES Nacido en la ciudad de Cusco, 21 años, estudiante de Ciencias de la Comunicación (noveno semestre) en la Universidad Nacional de San Antonio Abad del Cusco.

*Poema incluido en 'Amor, horror y otros placeres poéticos' (Edit. Poetas y Violetas, 2016). El autor tiene tres poemas en este libro compilatorio de varias voces. Más info del libro aquí. La obra la encuentras en librería en este enlace o con la editorial escribiendo a poetasyvioletas@gmail.com

Para leer más poemas del libro aquí.