Soldado derrotado - Luis Enrique Amaya
SOLDADO DERROTADO Y nos habíamos amado tanto en los tiempos en que Marcos solía hacer el amor tan bien como la revolución en los tiempos en que Rocío venía a endulzar con su meñique las tazas de café y Celeste tenía 35 años dos pre-infartos y el perfume de la vieja Europa todo esto pasaba mientras nosotros nos enamorábamos de Benedetti sí, todos tuvimos viejos tiempos todos tuvimos viejos tiempos